ART La luz y el espacio escénico: los antecedentes de una poética lumínica
Palabras clave:
Luz, espacio escénico, vanguardias, poética lumínicaResumen
Como sabemos, la luz como hecho artístico surge históricamente en el ámbito del teatro y
adquiere ya alguna organización formal en el Barroco. Esto no es casual ya que es en este período cuando
el teatro logra la plena formalización de sus aspectos visuales en un tipo de dispositivo que se conocerá
como el teatro alla italiana, esa caja con un lado abierto hacia la vista del público que puede observar las
acciones que se desarrollan en su interior. La idea que guía la organización y funcionamiento de este
gigantesco “instrumento de óptica” es el cuadro-ventana de Alberti, es decir, todo el procedimiento
conceptual y metodológico que el teatro toma de la pintura, haciendo que la escenografía se presente
como un gran cuadro descompuesto en planos paralelos y yuxtapuestos (los rompimientos, las patas, las
bambalinas y el fondo) dentro del cual actúan los personajes de la obra teatral. La embocadura del
escenario, delimitación visual del escenario, pasó a ser, entonces, el correlato del marco del cuadro. Sin
embargo, la diferencia entre la pintura y el teatro es que la imagen de la primera es estática, mientras que
la del segundo es dinámica. En efecto, el teatro barroco desarrolló una maquinaria escénica que permitiría
transformar los espacios ante la vista del público mediante trampas, carros, poleas y plataformas móviles.
(Brockett, O. et al, 2010, pág. 90 y ss., y Moynet, J., 1999). En este trabajo se analizará la relación entre
la luz y el espacio escénico desde el punto de vista de las críticas y propuestas de las vanguardias al
espacio barroco.